Stalingrado

La memoria historiográfica nos detalla habitualmente momentos de diverso semblante y de grandes particularidades, aludiendo acontecimientos relevantes, momentos decisivos, procesos, masacres y horrores. Mencionar Stalingrado es indudablemente nombrar el mayor desastre bélico de la historia. Una batalla de desgaste, donde jugó sin clemencia y sin piedad el orgullo dañado soviético y la ambición imparable alemana. El combate decrépito que llevaría a la muerte a más dos millones de personas y marcaría un punto de inflexión en la II Guerra Mundial, fraguándose en la ciudad más importante de la Unión Soviética, y  por antonomasia, del <tirano rojo>.  La batalla de Stalingrado marcó el final de la iniciativa alemana en el frente oriental, donde la Wehrmacht ya no conseguiría su contundencia anterior, ni obtendría futuras victorias de gran proyección en el teatro de guerra.

Vista de Stalingrado después de los bombardeos alemanes, 1942



ANTECEDENTES A LA BATALLA


La Operación Barbaroja fue un proyecto de guerra ambicioso y atrevido orquestado por  Alemania, que tenía como objetivo aniquilar y subyugar a la Unión Soviética a merced de Hitler. Aunque el choque entre la Alemania nazi y la URSS era inevitable por las divergencias y la polaridad ideológica, la invasión de los alemanes se efectuó dos años después de haberse iniciado guerra. El Alto Mando Alemán (OKH) intento disuadir a Hitler de la idea de atacar la URSS, particularmente a Stalin, por el hecho de amplificar el mapa de guerra y tener que movilizar a grandes contingentes militares y logísticos, argumentos que el Führer rehusó aludiendo la inferioridad y la falta de modernización del país, y el retraso de las estructuras institucionales soviéticas que eran básicamente agrarias. 
A pesar de que varias fuentes como Churchill y la red de espías soviéticos informaron a Stalin de la inminente invasión alemana, el tirano rojo ignoró las informaciones que recibió. Tres millones de soldados alemanes y 3.400 tanques cruzaron la frontera soviética, la invasión a la Unión Soviética se efectuaba el 21 de junio de 1941. El ejército alemán que invadió la URSS, quedó dividido en tres grandes cuerpos militares para ocupar la totalidad del territorio ruso. El Grupo de Ejércitos Norte liderados por mariscal Von Leeb, se ocuparía de penetrar en las zonas del Báltico y en Leningrado, el Grupo de Ejércitos Centro dirigido por el Mariscal Fedor Von Bock que atacaría Bielorusia, las zonas centrales de la URSS y a posterior realizaría el ataque a Moscou; y el tercero, el Grupo de Ejércitos Sur comandado por Von Rundstedt, con el objetivo de alcanzar la totalidad de Ucrania, el río Volga y a posterior el Cáucaso.

Mapa de proyección de los Grupos de Ejércitos alemanes



El avance alemán por las estepas rusas fue arrollador, teniendo éxito en todos los frentes establecidos. Capturaron a cientos de miles de soldados soviéticos, que veían estupefactos el avance de la infantería alemana y los cercos sucesivos de las formaciones acorazadas. Para principios de noviembre de 1941, la ciudad de Leningrado quedaba casi en su totalidad cercada, y las tropas del Grupo de Ejércitos Centro, avanzaron tan rápido que atisbaban las torres del Kremlin. El 16 de noviembre, Hitler, ordenaba la batalla para tomar la ciudad de Moscou. El IV Ejército Panzer, al mando de Von Kluge, llevaría la iniciativa central mientras Hoth y Hoepness lidiaron al norte, y Guderian atacaría por el sud. Se establecieron durísimos combates, donde la defensa soviética, organizada por Zhukov y Timoschenko, luchó con tenacidad y valentía aunque se vio superada en algunos sectores. Algunos Panzers alemanes llegaron a los arrabales de Moscou, pero al encontrar grandes núcleos de resistencia, por parte de los defensores, tuvieron que retirarse secretamente a pesar de las órdenes de Hitler, que insistía en no realizar ningún repliegue. A principios de diciembre la temperatura descendió hasta los 40 grados bajo cero, reproduciéndose uno de los inviernos más crudos que se han registrado; vehículos y acorazados dejaron de funcionar, y la aviación alemana no podía emprender vuelos, la toma por Moscou se veía estancada por la situación climática. Centenares de soldados rusos y alemanes murieron y quedaron mutilados por la exposición al frío extremo. Tras la incorporación de tropas siberianas a las defensas rusas, y a la iniciativa de Timoschenko de aprovechar la extrema situación climática para atacar a las mermadas tropas alemanas, Hitler ordenó el repliegue de todos sus efectivos a zonas fortificadas, desarrollando las formaciones de defensa <erizos>.

Soldados rusos y familiares recogen a sus fallecidos, 1941-1942

OFENSIVA DE VERANO DE 1942

Los planes alemanes para realizar la ofensiva de 1942 tenían una serie de finalidades económicas. En primer lugar, llegar a las inmediaciones del Cáucaso y apoderarse de los campos petrolíferos rusos, para romper el abastecimiento de materia prima. En segundo lugar, invadir la conca del Dnieper inferior y del Donetsk, ya que aglutinaba el 60% de la producción pesada rusa, el 70% de la producción de aluminio, y el 35% de la producción eléctrica. Y en tercer lugar, llegar al río Volga, que es el afluente que traza la Unión Soviética de norte a sud y la divide de oeste a este.
En mayo de 1942, se iniciaba la fase de avance hasta el río Don, Fiedrich Paulus, comandante del 6º Ejército Panzer, presentaba un esbozo al Mariscal de campo Von Bock, especificando la consolidación del frente oriental tras la toma de Járkov. El 12 de mayo, el general ruso Timoschenko, iniciaba una contraofensiva contra las tropas del 6º ejército alemán para recuperar Járkov, 640.000 soldados rusos y 1.200 tanques, emprendían un ataque envolvente para cercar a los efectivos de Paulus. Tras cruda lucha, las tropas alemanas se vieron desbordadas y estuvieron a punto de ver colapsado el frente, sólo la oportuna llegada del 1º Ejército Panzer al mando de Von Kleist evitó el desastre, cuya participación logró revertir la situación a favor de los alemanes, ganando la contienda y capturando al 6º y 57º ejércitos soviéticos, 270.000 soldados rusos fueron embolsados y capturados. La ofensiva del general Timoschenko había fracasado.

El 1 de junio, en el cuartel de Poltava, el Alto Mando Alemán (O.K.H) presentaba el plan de ataque denominado <Operación Azul>. En el detallaba la ofensiva en el frente sur en el cual tendría como objetivo neutralizar y aniquilar a las fuerzas soviéticas en la ciudad de Vorónezh, para después dirigir el ataque contra la ciudad de Stalingrado, dicha lid protagonizada por el 6º Ejército Panzer de Paulus y el 4º Ejército Panzer al mando de Hermann Hoth. La idea de avanzar hacia Stalingrado no era en un principio capturar la ciudad de Stalin, sino destruir los grandes barrios industriales de la ciudad. La zona sur del frente, incluida la zona del Donetsk, acumulaba una fuerte producción de material bélico, sobretodo de vehículos y de carros blindados, si capturaban Stalingrado, las fuerzas de la Wehrmacht podrían dividirse hacia el Cáucaso y remontar el Volga hacia Moscou.

Columna alemana dirigiéndose a Stalingrado



El 28 de junio se inicia la ofensiva alemana hacia la ciudad de Vorónezh, para el 30, las fuerzas de Paulus cruzaban  Doneskt en compañía del 2º Ejército Húngaro y del 1º Ejército Panzer que custodiaban sus flancos. El avance de las tropas alemanas por la zona sur de Rusia fue eficaz y muy rápido, aunque las reservas de combustible alemanas eran alarmantemente bajas, Hitler, decidió dividir sus fuerzas. El Grupo de Ejércitos Sur quedaría dividido en dos, en A y B. Hitler nombró a los Mariscales Wilhelm List y Von Weichs al mando de las dos nuevas formaciones, además sustrajo del 6º Ejército de Paulus gran cantidad de unidades acorazadas, enviando al 4º Ejército Panzer hacia el sur con el fin de aniquilar a las tropas de Timoschenko que se estaban reagrupando en la ciudad de Rostov del Don.

STALINGRADO

El 23 de agosto de 1942, Heinkels 111 y Junkers 88, al mando del general Wolfram von Richthofen, comandante de la Legión Cóndor, realizaron el primer bombardeo sobre Stalingrado. El primer día se lanzaron más de mil bombas ocasionando 5.000 bajas civiles, y durante la primera semana el coste en bajas ascendió hasta las 40.000. El 29 de agosto, con los alemanes a pocos kilómetros de la ciudad, el camarada Stalin, puso al mando de la defensa de la ciudad a Zhúkov, vicecomandante en jefe. El 1 de setiembre, la ciudad era invadida por la infantería alemana, por el sur la 29º y 14º divisiones motorizadas, al oeste de la ciudad, llegaban la 24º, 394º, 71º, 76º y 295º divisiones motorizadas, norte y centro accedían la 100º división de cazadores, 389º ,297º, 305º, 371º 60º división de infantería motorizada.

Stalin a Zhúkov: "¿ No entienden que si entregan Stalingrado, el sur del país quedará separado del centro, y probablemente no podremos defenderlo ? Además de perder nuestra principal vía fluvial, no sólo será una catástrofe para Stalingrado, sino para todo el país, dado que se perderá el petróleo también.

El 12 de setiembre Zhúkov destituye de forma deshonrosa al comandante Lopalin, que estaba al cargo de las defensas de la ciudad y mostró cobardía ante los enemigos alemanes. Su cargo fue ocupado por Vasili Chuikov. Chuikov llegó a Stalingrado encontrando poco más de 30.000 efectivos, 60 tanques y deficientes posiciones antiaéreas, que fueron ocupadas por las mujeres de la ciudad. La táctica de Chuikov para fortalecer la defensa fue la de fortificar la colina Mamáyev Kurgán y el barranco del río Tsaritsa, retiró gran parte del conjunto de artillería para llevarlo a la zona oriental del Volga, y fomentó el despliegue de francotiradores.

Durante la batalla de Stalingrado, los francotiradores soviéticos fueron determinantes

Cuando Chuikov tomaba el mando del 62º ejército y por consiguiente la defensa de la ciudad, Paulus, estaba en Vinnitsa, en el Wehrwolf (guarida del lobo) con Hitler, que quería saber cuando caería la ciudad. A Paulus le preocupaba los flancos del 6º Ejército alemán, que estaban resguardados por unidades rumanas, húngaras e italianas, desprovistas de armamento acorazado. El 14 de setiembre, la 71º división alemana, capturaba el centro de la ciudad, donde en combate falleció Rubén Ruiz Ibárruri, hijo de la política republicana Pasionaria Española, que se alistó a las formaciones soviéticas para luchar contra los invasores alemanes. Las unidades alemanas avanzaban calle por calle, y casa por casa, donde varias divisiones soviéticas llegaron a perder más del 30% de sus efectivos en un mismo día. Con ayuda de los lanzacohetes Katiushas y francotiradores, mantuvieron en sus posiciones al enemigo alemán. Los invasores alemanes desplegaban altavoces incitando a los defensores de Stalingrado a la rendición. 
Mediados de setiembre, 8 de las 20 divisiones alemanas en Stalingrado, luchaban encarnizadamente en el centro de la ciudad, la URSS, enviaba constantes refuerzos procedentes de Siberia. Paulus enfermó de disentería, y a pesar de las presiones del OKW, desarrolló un tic en el ojo izquierdo que fue extendiéndose por su rostro. La estadística de bajas alemanes alcanzó cifras notables, aunque Paulus y sus ayudantes, sabían que las del bando soviético eran el doble, la Wehrmacht, no estaba preparada para librar combates casa por casa y tras los informes de bajas alemanas asomaba la inquietud, el 6º Ejército sólo tenía un división de reserva en su retaguardia. 

Soldado alemán


La Wehrmacht tenía considerables obstáculos en la contienda, la aviación rusa atacaba durante la noche castigando las posiciones alemanas, en la ciudad se habían instalado miles de minas antipersonas, francotiradores, además pequeños regimientos soviéticos realizaban emboscadas nocturnas. Todos estos factores hicieron que Paulus solicitara a la Luftwaffe mantener generosa presión a la aviación soviética. Los casos de estrés post-traumático y neurosis se extendieron por las filas alemanas, a causa de la constante presión en la lucha de casa por casa, los alemanes llamaron a la batalla de Stalingrado: Rattenkrieg (Guerra de Ratas).
Pronto la ciudad experimentó una atmósfera decrépita y pestilente, llena de cadáveres de ambos bandos que se acumulaban bajo los escombros. Aproximándose el invierno Paulus preparó una ofensiva. La principal fuerza alemana atacó el norte de Mamáyev Kurgán, los alemanes veían estupefactos como civiles huían de las posiciones rusas buscando auxilio en las líneas alemanas, cada desertor ruso era fusilado por un oficial o comisario soviético, Stalin había impuesto en la ciudad el decreto 227 ¡Ni un paso atrás! soldados rusos que huían de la línea del frente eran fusilados por los propios oficiales. Cuando los alemanes ocuparon las posiciones rusas, atisbaron el Volga, rápidamente los cañones alemanes de 88mm y demás artillería atacarían a las barcazas del río que llevaban y traían soldados y heridos rusos. 

Stalingrado totalmente destruida


Para octubre, el OKW y Hitler, sabían que no podrían tomar la totalidad de la ciudad con la llegada del invierno. Los alemanes, mediante intensos interrogatorios a soldados soviéticos hechos prisioneros, descubrieron que Stalin preparaba una gran contraofensiva. Personas infiltradas en la red de espionaje Orquesta Roja, rebelaron a Stalin las debilidades del 6º Ejército alemán, rebelando que mandos rumanos e italianos defendían sin recursos mecanizados sus flancos. La URSS fue concentrado a más de 200 divisiones con un total  de un millón de efectivos procedentes de los Urales y de Siberia. La <Operación Urano> como la designó el Mando Soviético, tenía como objetivo maniobrar en pinza para cercar, copar y embolsar al 6º Ejército Panzer de Paulus, interrumpiendo las líneas de retaguardia tanto por el norte como por el sur.
El 19 de noviembre, 3.500 cañones rusos comenzaron a presionar las líneas alemanas, sobre todo las más débiles, que eran donde estaban estacionadas las fuerzas rumano-italianas. Las fuerzas rumanas del II y IV Cuerpo pudieron contener a las primeras oleadas de infantería soviética, pero después fueron rebasados con facilidad por los efectivos T-34 rusos. Los alemanes observaron el desastre cuando ya era demasiado tarde, pueblos como Kalach, donde los alemanes tenían sus talleres y depósitos de suministros, quedaron expuestos y arrebatados. A pesar de que el Alto Mando del 6º Ejército y otras autoridades de relevancia en la cuenca del Don, como Erich Von Manstein, propusieron al Führer realizar una espontánea retirada de Stalingrado ante el avance ruso, Hitler se negó rotundamente, y para finales de diciembre era ya imposible salvar la situación del 6º Ejército, 220.000 soldados alemanes quedaron atrapados en Stalingrado.



Infantería rusa lanzándose contra las tropas italo-rumanas


  DER KESSEL (EL CALDERO)

Para noviembre de 1942, con el 6º Ejército y parte del 4º Ejército Panzer cercados en Stalingrado, el OKW creó el Grupo de Ejércitos del Don comandado por el Mariscal Erich Von Manstein.
El 24 de noviembre el cerco sobre la ciudad había encerrado aproximadamente 220.000 soldados alemanes. La situación operativa sobre el día 24 estaba así: El 4º Ejército Panzer contaba en su ala sur con la 16º División Motorizada intacta, y en su ala norte, contaba con la 18º División rumana. Los restos de las unidades rumanas y las unidades alemanas en retaguardia fueron integradas en las formaciones del 4º Ejército al mando de Hoth. La situación del 6º Ejército cercado en Stalingrado, incluía al IV, VIII, LI y XIV Cuerpos de infantería. La bolsa medía de este a oeste unos 50 kilómetros, y de norte a sud, unos 40.
Von Manstein pidió al Alto Mando Alemán reforzar las unidades del recién creado Grupo de Ejércitos del Don para emprender la contraofensiva y liberar a los cercados. Al 4º Ejército se le incorporarían el Cuartel General del LVII Cuerpo Panzer con la 23º División Panzer, procedente del Grupo de Ejércitos A, así como potentes formaciones de artillería de campaña y la 6º División Panzer que regresaba desde el oeste con sus efectivos al completo. El Tercer Ejército Rumano, se le incorporaría un Cuerpo de ejército formado por cuatro o cinco divisiones, que habrían de avanzar desde el curso superior del Chir en dirección este, para romper el cerco de Stalingrado, creándose el Destacamento de Ejército Hollidt.

Vasili Chuikov
Erich Von Manstein




Durante los últimos días de noviembre se comenzaron a registrar en las unidades alemanas cercadas, las primeras muertes por inanición, además patologías como el tifus, la difteria y la disentería hicieron estragos entre los alemanes. H. Goering prometió con su excesivo optimismo que la Luftwaffe abastecería por vía aérea a las tropas del 6º Ejército, pero durante esos días la aviación alemana no pudo despegar a causa del mal tiempo.
El 12 de diciembre las tropas del Cuerpo de Ejércitos del Don comenzaron su ofensiva para liberar a las tropas del cerco. Tanto el Grupo de Ejércitos del Don como el 4º Ejército comenzaron a presionar a las líneas soviéticas. A pesar de que Von Manstein presionó a Hitler para que autorizase la orden de que el 6º Ejército forzase la ruptura del cerco desde el centro, Hitler se negó rotundamente alegando la perdida de prestigio en el frente oriental, y que una posible salida de Stalingrado ocasionaría tardar más de un año en volver a recuperar aquél territorio y tener acceso al Cáucaso.

Von Manstein al Estado Mayor Central: " Todavía estimo posible una salida del 6º Ejército en dirección sud-oeste. Dejarle seguir en Stalingrado supone un riesgo gravísimo, dada la situación de municionamiento y carburantes en que se halla. De momento, sin embargo, estimamos preferible, desde el punto de vista operativo, esperar a que puedan intervenir los grupos de liberación previstos, toda vez que, a nuestro entender, la mejor ocasión de ruptura ha pasado ya.

Para el 19 de diciembre, formaciones soviéticas atacaban tenazmente al Destacamento Hollidt con numerosos efectivos, la situación se volvió crítica para sostener la línea y Von Manstein tuvo que volcar en la zona con rapidez a la 17º División Panzer. Pero en aquella jornada, hacia el sur de Stalingrado, el LVII Cuerpo Panzer conseguía superar el sector de Akssay y progresar hasta Mischkova. La vanguardia alemana se situaba a 48 kilómetros del centro de la ciudad. El mando del Grupo de Ejércitos del Don, volvió a recomendar la orden de que Paulus lidiara la ruptura del cerco hacia el sur para encontrarse con tropas del 4º Ejército, Hitler volvía a rehusar la orden alegando la inminente ruptura del cerco a través de un corredor.

Cadáver de un soldado alemán


El 25 de diciembre las aspiraciones del 4º Ejército Panzer se vieron truncadas por la oportuna llegada del 51º y 2º Ejércitos Soviéticos, que con renovados efectivos lograron replegar al ejército de Hoth hasta Kotelnikovo, desde donde había partido el día 12.

Parte de Paulus, 26 de diciembre: "Las bajas en combate, el frío y el insuficiente abastecimiento han reducido mucho últimamente la potencia combativa de las divisiones. El ejército todavía podrá rechazar pequeños ataques enemigos como hasta ahora y reparar crisis locales por algún tiempo. Condición indispensable para ello sigue siendo mejor abastecimiento y una indiferible aportación de refuerzos vía aérea. Si los rusos retiran de delante de Hoth fuerzas considerables y se lanzan éstas o con otras tropas al ataque en masa de la fortaleza, no podrá resistir ésta en mucho tiempo. La evasión por ruptura ya no es posible, a no ser que antes logren abrir un pasillo y reforzarnos por él con hombres y provisiones. Ruego, por tanto, se le haga presente a la Superioridad la necesidad de tomar medidas enérgicas para un rápida liberación del ejército, a no ser que la situación general le obligue a sacrificarlo. Excusado decir que el ejército ha de hacer todo cuanto pueda por resistir hasta el último  momento.

El 9 de enero, oficiales de la Stauka, presentaron en la línea occidental del frente una intimidación para que el 6º Ejército alemán se rindiese, el cual fue rechazado por órdenes de Hitler. Los rusos apremiaron la captura de los aeródromos de Pitomnik y posteriormente Gumrak, toda posibilidad de abastecimiento aéreo alemán quedaba imposibilitada. Para el 24 de enero el ejército ruso había penetrado en casi toda la periferia de Stalingrado, concentrándose los restos del 6º Ejército en tres pequeñas bolsas. La inanición y las epidemias costaban al día centenares de muertes, entre soldados alemanes y la población civil retenida.

Soldado alemán detenido



El 31 de enero caía ya prisionero de tropas soviéticas el entonces ya Mariscal Paulus, la lucha del 6º Ejército, aquél que según Hitler <podía conquistar el cielo> había acabado. Paulus rindió su ejército con 90.000 hombres de los 250-220.000 que habían llegado a Stalingrado en agosto. La batalla de Stalingrado había dejado más de dos millones de muertos entre soldados de las dos nacionalidades y civiles rusos.

Paulus rindiéndose, 31 de enero de 1943







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